He comenzado a escribir una novela de ciencia ficción que tan poco anda rondando. He aquí el comienzo de mi redacción.
Mil años han pasado. Eso dicen. No recuerdo como medir el tiempo, creo que 370mil lunas
seria algo aproximado a este día. Hoy los hombres no comen, es tiempo de caos y
sombras. Acechan en la oscuridad fantasmales figuras y grotescas criaturas. Los
hombres los describen de una forma muy particular. Cada cual dice algo similar.
“Me veo a mi mismo, pero de la forma mas retorcida posible. Soy solo yo pero de alguna forma
extremadamente tergiverzado. Me paralizo del miedo y luego despierto. Me habían
devorado internamente” Los hombres no
son hombres, son vestigios del pasado, cascaras vacías, careciendo de voluntad y fuerza. Las grotescas criaturas los cazan de noche.
Cuando el sol se desvanece comienza un temor casi simultaneo en todas las
personas. Es un temor escalofriante, pues al ver a los hombres desvanecidos,
con un gran sufrimiento interno la gente teme acercarse a la sombra, temen que
los devore el caos. Temen perder su identidad, su alma o lo que sea que
alimenta a estas criaturas de la noche. Los temerarios que se atreven a salir
por la noche en búsqueda de la verdad son traídos por la gente al amanecer.
Todos cuentan lo mismo. Algunos tienen visiones, destellos de lo que son esas
entidades. El que mas cerca estuvo de su mente balbuceo: “Son entidades
incomprensibles, pues son de un lugar
donde no existe nada de lo que conocemos. No cometan el error de salir, pues yo
ya he muerto por dentro”
Las ciudades tal como las conocemos no existen pues se han convertido en fortalezas que el hombre construyó cuando no tuvo más remedio. Dentro se vive un constante ahogo. Sed,hambre y miedo. Fue tan solo hace 370 mil lunas que comenzaron a brotar de las llamadas fallas.